Las variables climáticas ejercen una gran influencia en los ecosistemas ganaderos, particularmente en nuestra zona tropical. Tanto en las épocas de intensos veranos, o de abundantes lluvias, muy recurrentes en nuestras zonas ganaderas, se dificulta que estos agroecosistemas pueden mantener un equilibrio, afectando a los rebaños de forma directa.
La adecuada utilización del estrato arbóreo en los potreros permite la regulación de factores climáticos adversos para el animal, favoreciendo su confort a través de la generación de un microclima adecuado, lo cual también mejora el crecimiento y la calidad de los pastos. En condiciones tropicales se ha determinado que la temperatura bajo la copa de los árboles es menor a las áreas abiertas del pastizal, en un promedio 2 a 3° C. En algunas situaciones esta diferencia ha llegado a ser de hasta 9° C menor.
La existencia de sombra adecuadamente distribuida en el potrero, produce efectos positivos sobre los pastos establecidos, y podemos contribuir de manera eficiente a lograr de la ganadería una actividad carbono neutral, mitigando la emisión de gases con efecto invernadero. Particularmente al establecer árboles de la Familia de las Leguminosas (Fabáceas), además de captar e inmovilizar carbono, estas especies por su capacidad de fijar nitrógeno atmosférico, aportan este elemento al suelo, lo cual favorece la calidad proteica del pasto.
En definitiva, la presencia de árboles en nuestros campos tropicales para el suministro de sombra y la libre circulación del viento, unido al acceso de agua a voluntad al rebaño, contribuirá a favorecer la eliminación del calor corporal del animal por evaporación, un mejor desarrollo de las pasturas, y mejores condiciones del suelo por contar con un mayor aporte de biomasa al mismo. Los invito a seguirnos en Twitter e Instagram en las cuentas @ced_ganadero y @campocafeciudad
Por Emmis Cudemus
TSU en Tecnología Pecuaria / Ingeniera Agroalimentaria
Centro de Divulgación Ganadero
