Carta al Niño Jesús

Carta al niño Jesús - Campo, café y ciudad

Bien dicen que la Navidad es cosa de niños. Pues, son ellos quienes con mayor intensidad viven esta época del año. Recordemos que Jesucristo nos enseña en su Palabra (Mateo 18:3), que “tenemos que ser como niños”. Ellos son ejemplos de pureza, ilusión y fe.

Hacer la carta al niño Jesús es uno de los aspectos más importantes y emocionantes para todo niño, que espera juguetes y regalos, como premio a su buen comportamiento. Es innegable que esta infantil tradición, ha perdido fuerza en muchos hogares, sobre todo en los más influenciados por las celebraciones anglosajonas.

Ellas encierran un significado que va más allá de lo religioso, pues está vinculada con los valores de la obediencia, la responsabilidad, el buen desempeño en el año, el amor a los padres y el ser personas buenas.

De acuerdo a la experiencia de algunos expertos, no es sano decirle al niño, que Dios no le trajo lo que pidió porque hizo algo malo. No debe ser un arma para castigar y sancionar, porque es arrebatarle la fantasía, además, que lo hace sentir culpable y defraudado porque él no puede preguntarle directamente al niño Dios, si eso es cierto.

A medida que el niño crece, éste aprende a diferenciar entre fantasía y realidad, porque su pensamiento se vuelve más deductivo, lógico y maduro. Hay que darle un curso natural a la creencia de que el niño Dios no es el que trae los regalos.

Coméntanos por favor, ¿a qué edad, tú lo descubriste que eran tus papás los que traían los regalos en Navidad?

Por Norberto Rincón Melean / Campo, Café y Ciudad

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